Ordenando mi casa (Servicio)

Ordenar mi cuarto, sacar cosas que ya no necesito y donarlas, es algo que estoy acostumbrada a hacer todos los años, sin embargo, nunca lo había hecho en el resto de mi casa, y ahora que tenemos bastante tiempo, se me ocurrió que sería una buena idea hacerlo por mi familia. Empecé ayudando a mi hermano, quien tenía muchos juguetes que ya no utilizaba, y ropa y zapatos que ya no le quedaban. Muchas de estas cosas estaban en muy buen estado, así que las separe en bolsas para donarlas después de la cuarentena. Todas las donaciones se las damos a un señor que viene a limpiar mi casa, él es miembro de una comunidad religiosa a la que asisten familias con bajos recursos. Él se encargará de repartir todo lo que donemos. Después de terminar con el cuarto de mi hermano, continue con el de mis papás. Cuando terminé, me di cuenta de todas las cosas que teníamos y que no estaban recibiendo un buen uso. Pude recolectar muchísimas cosas para donar y además, le transmití un nuevo hábito a mi familia, ya que terminaron uniéndose a mi y ayudándome a ordenar lo que faltaba. Hacer esto me hizo sentir liberada de muchas cosas que ya no necesitábamos, y satisfecha, sabiendo que no se iban a ir a la basura, si no que iban a hacer feliz a muchas familias. Y a pesar que al principio no tenía muchas ganas de ponerme a ordenar, terminé disfrutándolo, porque cada vez que rescataba algún juguete, sabía que terminaría en manos de algún niño a quien le alegraría el día, sentía que todo el trabajo valdría la pena, y eso me hacía sentir bien. Es algo que sinceramente nunca había hecho antes, no estoy muy acostumbrada a hacer cosas por los demás, pero fue algo que terminó haciéndome muy feliz, y a pesar de terminar cansada, fue con una sensación muy bonita en el corazón.