Baño perruno
- Dheem
- 9 jun 2020
- 1 Min. de lectura
Durante la cuarentena, una de las cosas que estábamos obligados a cumplir era quedarte en casa y que nadie salga. Una de las cosas que solía hacer todos los meses es llevar a
Doggie, mi perro a que lo bañen y le hagan un chequeo general. Dadas las circunstancias no podíamos salir y llevarlo al veterinario. Así que decidí bañarlo durante todo este tiempo de cuarentena.
Mi perro es muy juguetón y perezoso, ya que la lavandería queda en el segundo piso y el se cansa con facilidad con tan solo subir al segundo piso. Mi perro es un pug carlino, lamentablemente esa raza de perros no pueden respirar bien y no se pueden agitar mucho porque pueden sufrir un infarto, así que decidí llevarlo cargado porque es muy travieso. Una vez que ya quería comenzar, se rehusaba a bañarse, lloraba porque odia el agua. Menos mal que es tranquilo y siempre me hace caso.
Finalmente, lo logré. Esta experiencia fue un poco complicada porque se movía mucho y me mojaba. Antes de bañarlo, yo juraba que iba a ser fácil y que iba a terminar de bañarlo en 30 minutos aproximadamente, pero no, me tomó más tiempo de lo que pensaba. Sin embargo, fue muy lindo bañarlo porque me gusta jugar con el y de cierta manera jugaba conmigo. Sí volvería a repetir esta experiencia porque sé que debo mejorar y que no hacer al momento de bañarlo.
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